Un Cielo que No Sangra

tarea para tema "mirada," y parcialmente inspirada por letras de la cancion "Machete" by Amanda Palmer

Una foto lleva la información

de 1000 palabras, y una mirada

puede transportar, un millón más.

¿Qué hago yo con tres vidas

de mensajes mixtas y oportunidades

perdidas, de conectarme, contigo?

 

Esos ojos tuyos.

Con una sola mirada, me liberas

y me esclavizas, a la vez. Subo

al árbol más alto de tu ciudad

para zambullirme entre mi

propia humedad y en la humedad

de la neblina undulada, la que

abraza a nuestras catedrales

esas mañanas quietas de domingo;

 

todas esas días que me despierto sin ti,

deseando de tus brazos

pero conformándome

con la memoria de esa mirada tuya

y después salgo para nadar en las nubes

en su lugar. ¿No puedes ver,

en la mirada mía hacia tú, como las

inhibiciones de mi filosofía son seducidas

entre tu cama con la acaricia de tus ojos?

¿cuándo ellas me digan el lenguaje

de madera y ladrillo y metal,

transformado en plumas suaves

de los cisnos; cuando me digan,

“Siempre te necesitaba

para ayudarme, encontrarme?”

 

Porque tienes esa otra mirada;

tu aprobación: si me paro un centímetro

demasiada cercana a ti donde

la mujer incorrecta o sus amigos

o los tuyos podrían verte, mirándome.

Es la mirada que me arranca del cielo

y me rompe desempoderada en la tierra,

que me borra entre el fondo de las nubes.

 

Con ella, me dejas para volar o caer,

sin ti; esa mirada dice de todo:

“No te necesito aquí para amarme,”

o “Tengo a alguien mejor para

abrazarme en las mañanas del 

domingo;” es cuando yo estoy

en mi soledad más profunda

que mi luz de sol sangra entre la

cascada más alta de mis memorias

contigo, y tú dices, “Dejas de hacer

algo de nada, sólo haz lo que te digo

y todo saldrá bien,” pero nunca fui

mujer para tomar la magia de otro

a su valor nominal. Necesitaba

inventar a mi propio lenguaje

para amarte.

 

Y miro. Miro desconocidos

enamorándose sobre tazas de café

y en los asientos de buses sobrecargados;

miro cómo tu saludas a una amiga vieja,

cuando esa luz increíble en ti quema

tanta neblina para encontrar

luz de sol que no sangra.

 

Y entonces, conocí. La única cosa

de la substancia en ese paisaje

de cosas no-domesticadas,

la verdad de opuestos polares

y mensajes mixtos y las conexiones

que todavía pueden ser hechas:

Necesito, necesito; que tú,

también, me mires así.