Una noche en una capsula de tiempo

Acuéstame como mujer en la tierra virgen;

corre tus manos y boca en todas partes

de mi cuerpo desnudo que la luz de luna

ilumina, derritiendo como mantequilla

en el calor increible

de la renovación de nuestra entrelaza, 

congelando en la frescura de separacion breve

cuando descansamos. Me imagino

que no hay prisa sino la presión

de encontrarnos en esta vida, experimentar

la receta tan deliciosa parcialmente por

ser preparada con ingredientes prohibidos.

 

Te declararía desde los techos de la ciudad,

pero temes que sería un día conocido

tu amor para mí; entonces, digo:

 

No diré a nadie en voz alta.

No contare nuestra historia al viento,

porque el viento lleva palabras a

las orejas escuchando. No te confesaré

a un riachuelo, porque ellos se unen

con ríos y ríos son captados por océanos

que quiebran sus secretos en las piedras

de sus costas.

 

Propongo admitir mi tiempo contigo

por escribir una carta a nuestra nieta

y enterrarla en una capsula del tiempo.

Es mi esperanza que, después de 3

generaciones, nuestra historia pueda

ser recibida con más resignación y

gracia; la receta de luz de luna y ADN

recordada en los anales

del libro de cocina de la familia

sobre que nuestros antepasados

reflexionaría por unos mil años más.

 

 

 

Author's Note

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