Un Dialogo con La Mujer de la Luna

Un Dialogo con La Mujer de la Luna

A Poem by Raquelita

I.                    Sobre las Mujeres y la Noche

 

Ella me acerca en un sueño medio despierto, con rostro de tecolote y cuerpo de mujer de media edad. Alas con manos, pelo suave de cuerpo y plumas aun mas suave. Ella me toca, y yo recuerdo. Somos mujeres, ella dice. De nuestros hombres, podemos exigir la pasión. Podemos aceptar la poesía. Podemos pedir perdón, o comprensión, o aun, misericordia. Lo que nunca debemos pedir, es el permiso.

 

Somos mujeres. Hay lugares debajo del agua donde solo nosotros podríamos caminar sin ahogar. Consejos que solo nosotros podemos escuchar. Dolores íntimos que sólo mujeres sufren.

 

La Noche es criatura viva, el tamaño de una montaña, con alas gigantes. Ella también es hembra, influenciada por fuerzas no vistas, impredecible. A veces, como mujer, esas alas te agarraron en las memorias mas lindas. Como una abuela, ella te mece para dormir por el canto de cuna del viento. Después, hay noches, como esta, donde las garras ancianas incrustadas en las juntas de las alas emergen; con memorias tan afiladas como rasaduras, bruñidas como la obsidiana. Ellas te rebañan a través del medio y largo de tu abdomino con el conteo agonizantemente destructivo, de cada una de tus fallas. De todo tiempo.

 

 

II.                  Sobre la Luna

 

Las mujeres más fuertes aprenden hacer la luna, una aliada. “Mire a ella esta noche,” la Mujer de Luna me dice, “Una esquirla de luz suficientemente fina y afilada para cortar vidrio.” Ella me enseña como tocar el cielo, y arrebatar la luna creciente de su lugar colgada en la pared de la noche como trofeo. Me muestra cómo tejar tristeza, decepción, amor, y esperanza entre un hilo bueno y fuerte. Me instruye para enhebrar la luna con ello, como aguja del cirujano, y pasarlo por mi propia carne, mi propio abdomino- para reparar lo que las memorias de la noche han destrozado. “Vas a cortar tus manos, también, en el proceso,” ella dice, “y eso está bien. Es esperado.”


“Tus instintos se iniciarán desde allí. Hay unos tipos de suturas, unos tipos de nudos, que también sólo las mujeres recuerdan. Lo vas a hacer bien.”

 

 

III.                Los Hombres Quienes Nos Sirven


Hace décadas, mi amiga Ruth me avisó, “Cuando te casas, cásate con un hombre tierno.” Me ha costado años de conocer a los violentes para hacerme aprecias más sus palabras. Pregunto de la Mujer de la Luna, “¿Cómo conozco que él es buen hombre, cuando todos somos defectuosos- cuando todos tememos, en una manera fundamental, ser demasiado comprometidos al mundo y a cada otro? Hombres, mujeres, tenemos estas heridas abiertas.”

 

Y ella me lleva a un lugar donde crecen cosas delicadas. “Las mujeres sufren de sus heridas, a la noche, en la obscuridad; los hombres escondan las de ellos, en la vergüenza abierta de la luz del día.”

 

El musculo del corazón es muy demasiado fuerte para ser el hogar de la condición humana- pero flores echan retoños desde todos los lugares donde tu sangre fluye para nutrir a la tierra. Todos estos lugares donde has hecho tus errores, has sufrido tus mayores violaciones, has endurado tus perdidas mas vastas. Son hoyos donde semillas pueden ser sembrados. Ella toca la orilla cruda de la incisión que he cerrado imperfectamente; en manera suave y reverente.

 

El hombre quien vale tu tiempo es jardinero de cosas bonitas en los espacios donde, como mujeres, tenemos lo mas dolor. Harán errores, y seguirán amando a cada otro, ni modos. Él puede parecer como amante. Siempre tendrá la apariencia de un amigo. Sembrara semillas donde tu pensaste nada mas podria ser crecido.

 


IV.               


Tal vez fui sorprendida por la vulnerabilidad tuya, ese día, también. Esos lugares tuyos que me mostraste donde agua y luz del sol no pueden penetrar- esos campos desertificados donde hombres también sangran. Abrazándote, era verdad en cada palabra expresada por la Mujer de la Luna. Si la bendición sea en la sabiduría, el regalo sea en el rendimiento. Tus manos hacen que semillas de flores germinan y emergen de mis cicatrices más profundas. ¿Alguna vez me dejarías hacer lo mismo por ti? Yo traería luz de luna a tu desierto, y te enseñaría amar mientras que ella pintaba un mundo agotado con plata y azul. Quizás puedo convertirme, también, entre una cosa con alas, para ti.

 

© 2018 Raquelita


Author's Note

Raquelita
En la cultura indigena de los Cree, hay una leyenda de un espiritu guardian, la Ave de la Luna, que aparece en la vida de algunas mujeres selectas en tiempos de gran necesidad, cuando ellas estan afrontando desafios grandes casi insportable; sola, con miedo, y/o en peligro. Ella toma la forma de una mujer con la cara de un tecolote, con brazos mezclados con alas. La semana pasada, de manera sorpendiente, yo sone de ella.

Este poema se trata de ese sueno, incluyente de otras meditaciones. El tema de este mes de nuestro club de poesia era, "Recuerdos;" entonces, enfoco tambien aca en el rol que memoria sirve en la vida de la mujer. Dra. Clarissa Pinkola Estes nos ensena de "La Mujer de 2 Millon Anios de edad, quien es guardian de toda la historia de la misteria y sabiduria femenina en el mundo. Yo creo que las mujeres quienes viven muy conectadas al mundo del espiritu tambien son bien conectadas con esas dos mujeres guardianes- se presentan como la intuicion y juicio que aplica la mujer.


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335 Views
Added on March 25, 2018
Last Updated on March 26, 2018

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Raquelita
Raquelita

entre Guatemala y Estados Unidos



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Esto es el perfil alternativo de la escritora Marie Anzalone. Para mi, el Espanol es el idioma del alma, y estoy tratando de mejorar mi uso de las formas y las palabras. Esto perfil sirve entonces par.. more..

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