Bomberos

escrito para el cuerpo de Bomberos de nuestra ciudad

Quizás nunca podamos borrar

todas las manchas de carbonización

de nuestras aceras, edificios,

o bosques; lugares donde el error

o la malicia humana se han anotado

una victoria temporal. Aún así,

tal vez cada día sea también, otra

oportunidad, una manera más, para honrar a

aquellos cuyo amor a la comunidad

y al mundo brillan como un faro en medio de

los actos de apatía, negligencia,

accidentes- o a veces odio- que

lo harían más obscuro.

Ellos, que han estado allí,

nos dicen: cuando los de corazón valiente

enfrentan el calor de lo insoportable,

no es lo terrible frente a ellos

en lo que su mente está fija, sino en el amor.

Su primer amor, su amor más verdadero.

Su último amor.

Niños nacidos, niños que aún no ha nacido.

Niños todavía no considerados.

Aquellos momentos puros y perfectos.

Manejar un jet-ski en un lago en México.

1997. Aquella noche encima del Acatenango.

2002. Enamorarse a la luz de las farolas.

2013. Recibir tu certificación. 2015.

Cuando una persona empieza cada día

sabiendo que la obligación

le puede llamar y hacer de éste su último día-

esa persona tiene algo que mostrarnos

a todos nosotros, sobre cómo es

vivir cada día en la gloria del Hoy. Quizás

estoy equivocada, pero también pienso:

Estas personas permanecen presentes en el

mundo, por una vida entera de mañanas.

Tal vez el Cielo ha declarado la guerra

contra la tierra; y llama a sus mejores árbitros

para enseñar a ambos lados como pelear

con más justicia.

Los chamanes nos dicen que hay un tipo

de humo que purifica los espacios.

Algunos humos son sagrados.

Asimismo, no todo el fuego destruye.

Hay fuego limpio, que quita los escombros,

que enciende el corazón humano, que

se prende para quemar la injusticia. Que

elimina la ignorancia en sus nidos.

Otro tipo de fuego,  nos demuestra

lo pequeños realmente que somos-

ruge por nuestras calles y montañas.

Si no es controlado, es una fuerza

con el poder de deshacer toda la belleza

que nosotros protegeríamos.

Para ese primer tipo de fuego, tenemos:

A nuestros poetas, maestros, artistas.

Científicos. Filósofos. Visionarios.

Para el segundo tipo de fuego:

Dios nos regaló, a todos, al Bombero.

 

-Poeta Internacional Marie Anzalone

escrito para los Bomberos de Xela, marzo 2018

 

 

Estatua en Nueva York, en honor de las compañías de bomberos que han perdido miembros en la acción de su servicio

Author's Note

“Ahora cada noche, que intento dormir/ estoy atormentado por el sonido/ de los bomberos andando arriba de las escalas/ mientras que nosotros corrimos debajo.”

-canción folclórica de Tom Paxton, “Los Más Valientes,” en honor de los 343 bomberos de la ciudad de Nueva York que fueron perdidos el 11 de septiembre, 2001.

Nota de la autora: Yo estaba allá ese día, justamente afuera de la ciudad. Iba a estar en los Torres ese día, pero inexplicablemente, pospuse mi visita. Lo miramos pasar, y olimos el mundo quemarse. El evento marco para mí el día que decidí dedicar mi vida, como ciudadana de los EE. UU., al servicio más grande al mundo- y que me llevó la primera vez a Guatemala. Siempre respaldaré a los hombres y mujeres valientes, en todos lados del mundo, que corren hacia los sonidos de sirenas, explosiones, balas, y colapse estructural que causan el resto de nosotros, correr afuera por nuestras vidas. Gracias a Uds. por su servicio para Xela, y de mi corazón, mi solidaridad por su perdida reciente.

Agradacimientos a Alejandro B. de Casa los Altos por su apoyo en la rdaccion de mi espanol