La Luz de Unos 1000 Soles

Enciéndame un fuego,

   delinearme en la arena,

  talla mi cuerpo entre

    tu ladera;

te haré mi sede,

  encontrare tus mareas,

      me quemare al carbón,

hasta la ceniza; sin temer tus llamas.

 

Esto no es tiempo para media-verdades

    o casi-tal veces-

 pruebas son para cosas fundidas de metal,

       forjadas del horno,

   santificadas con cuchillas;

     pesadas en libras y onzas.

 

He terminado con ser medida

   y analizada para ver si cabo

    entre espacios asignados y

intervalos del tiempo.

 

 Quiero no solo color afuera

     de las líneas, anhelo rediseñar la pagina

  en su totalidad. Me quemaré con la luz

de unos mil soles, flotare en la brisa

  cómo la gracia de 10,000 mariposas.

    Pondré mi espíritu enfrente de unas

vidrieras de colores, solo para ver

      qué pasará.

 

El problema de ser confrontada, de repente,

  por tu destino

   es que quieres que empezará, ayer.

Despiertes a las 3 de la mañana,

   aterrorizada, sabiendo que tu elección

 fue hecho- y tú no tienes las letras indicadas.

 

Báilame un rio, enséname

  tu canto del terreno. Estoy segura que

te define, un lado en sueños, antes

      de que tocaste mi mano. De una vez,

  hubo antes, y el día

    que aprendí el sabor del viento

    del verano.

 

¿Te puedo encontrar donde fluya el agua,

   donde las llamas queman

  con su mayor calor,

donde hay otra montana

    que necesita ser escalada?