el Poder del Agua

"no eres tan perdida"

Para conocer a alguien, mira sus manos-

líneas y memorias, técnicos

envueltos entre músculos y piel,

conectados por neuronas y tendones.

 

Las manos de mi amiga han conocido:

como ser madre, la esposa de soldado;

una amiga, cuidadora, cirujana;

chef de muchas recetas y casas

exculpadas de pan de jengibre

que te ganaron premios.

Resiliencia emocional, encontrada

en la constancia de actividad.

 

Ellas guiaron su cuerpo, y su kayak

sobre y por rutas y carreteras, laberintos

históricos, de los estados y países

de una vida entera-

los cuentos de antepasados, el terror

de la violación de una hija; la impotencia

del intento de suicida de un hijo.

El amor eterno, y la crítica aún más eterna

recibido de un esposo.

 

Recordamos como fuimos

cuando lo único que tuvimos

para la noche de viernes

fue un dólar para

una hamburguesa de McDonald’s

y algo de risa y lágrimas.

 

Supiste como subir el acantilado

y sumergirte en las aguas del

canal del flujo, en el sol,

en los días más lindos

que el Creador vio que merecimos

experimentar. Ese pequeño barco-

 

siempre te llevaba para orillas nuevas,

a menudo apenas llegando a hogar

antes de la tormenta, pero al fin de las cuentas,

siempre lograste regresar, seguramente.

Ahora, pienso si simplemente has esperado

demasiado tiempo para el permiso

de tu familia, esta vez.

Cuando cierro mis ojos,

no puedo ver la carne cubriendo los

huesos de tus manos.

Ha sido arrebatado por el poder del agua;

no pudiste seguir esa particular

cascada sobre los bordes del mundo,

y las letras a tantas canciones

no vienen nunca más.

 

Qué horror puede ser peor que

temer la mirada de la desconocida,

por ver tu propia cara

reflejada en las aguas relucientes?

 

Supongo que todos deseamos

agarrar todas las cosas

mucho tiempo después de que su realidad

ha escapado suavemente al rio abajo.

Supongo que alguien ahora

necesita darte el permiso.

 

Haga un torno con tu kayak,

amiga mía. Después de todo,

no estás tan perdida.

Toma el remo en manos

que recuerden por lo menos como viajar.

Tus memorias te esperan, en un lado

de la orilla del oriente, con el amanecer,

afuera de las orillas al fin del mundo,

en las aguas tranquilas

después de la cascada.  

 

 

 

Author's Note

escrito para una gran amiga, muriendo de la demencia