I.
Mi amigo contemplé el ilimitado
de posibilidad
en tus manos ese día.
Esto tenía la parafernalia de nostalgia.
Vi el cielo color melocotón
y crepúsculos de interminable
días de julio
en mi juventud;
Estaba contando otra vez
pequeños reyezuelos de pajaritos
en los árboles de abeto;
el sabor limpio de corteza de abedul dulce
y gaulteria honrado mi lengua,
Y he seguido los zorros a través virgen millas
de nieve
a lejanos destinos interiores.
Castillos cristales de escarcha
se colaron inspirado en mis cuentos.
Tu abrazo sólo me hace recordar algo
a un tiempo antes de la traición de la vida - la seguridad
de convicciones.
Tu eres la parte de mí que recuerde
bailando con los pies descalzos
en prados alpinos;
la nina en mí que se escondió en helechos gigantescos
cuando la vida se hizo demasiado verdadera...
y se quedó allí.
II.
Y ella tímidamente avanza,
da un toque a la mujer en la cual me he convertido
en el hombro -
ella dice esto:
que eres para mí la quietud de corrientes silenciadas de invierno
que fluye bajo capas de hielo atrapado;
eres la orgía de la pasión de la primavera,
la productividad de verano;
la generosidad y anhelo
de cosecha de caída y migración.
Ella quiere que yo te acueste
bajo helechos
y mirada fija desnuda, contigo
en el mundo verde
teñido por una pantalla de clorofila antigua,
modelado por hojas
moteado en luz del sol y rocío con musgo fresco
sosteniendo nuestras formas supinas.
Me imagino tu boca
gusta como la alegría de agua clara
de crestas de granito
con cuervos haciendo rollos de barril arriba.
III.
Sé-
nada en realidad de día
se comparará alguna vez con los secretos
paseos de noche, en mi mente, en mi propio corazón oscuro -
en un caballo oscuro,
no ensillado, mis muslos interiores
mojados y apretando
ya que tu y yo embarrilamos
sobre páramos
aquellos tiempos bajo la mirada fija vigilante
de las Siete Hermanas
cada uno un pecado más mortal que el último
y desperté el pensamiento que el alba era realmente el crepúsculo,
por incendio;
durante un momento pensé
nada más que humedad verde en tu pelo
y mi propia humedad desnuda.
Pensé que podría aceptar que paseo reales
Si y sólo si
la noche no iba a ser interrumpido
por el resplandor punzante de la realidad de la madrugada siguiente.
Entrega atrae todavía más allá
de los límites de mi propia conciencia.
Cierro mi mano alrededor un soplo de diente de León
tratando de protegerlo
pero se dispersa un poco a la vez
cada vez que cambia el viento
a una nueva dirección.
IV.
La pizarra roja ha dado vuelta a piedra pómez y obsidiana;
y tus ojos son rayados ahora
pero le recuerdo claramente -
anduvaste mí por un laberinto de piedra caliza
Hace 12 años
y me mostraste una estrella azul fría
Tu me dijiste que su luz estaba en mí
y que el paso de aves canoras, reyezuelos,,
aquella mosca al sur en oscuridad
sólo puede ser oído por aquellos cuyos oídos
están en sintonía con los susurros de sueños de helecho.
¿Seguí su de parada viaje a sus árboles, entonces?
Si tu debieras afilar al borde de un cirujano
una hoja de cristal volcánico,
corte tu palma y el espacio encima de mi corazón,
y deje a nuestras células rojas mezclarse -
tal vez destinaríamos
a sueños de infancia.
¿Todavía hacen los amigos juramentos de sangre?
V.
No puedo
prometerte:
el viento, las estrellas, la lluvia
ni una línea ininterrumpida de pistas de nieve.
Nuestros ámbitos simplemente no coinciden.
Y todavía vago perdido
en laberinto piedra de ayer.
Pero tal vez, alguna mañana -
Yo podría regalarte un unico perfecto hoy.
No sé qué en la tierra
podrías hacer con él-
quizás trabaje esto en una gema,, para mí;
tan fino y puro y frágil
como una gota de rocío sola
la captura de incendio de sol de mañana.
Podrías suspenderlo en la seda de araña
y podríamos contemplarlo
como una visión de inocencia.
recordada
de infancia desnuda
Si los caballos no tienen miedo un día
de luz de mañana;
podríamos curar las cicatrices en nuestras manos y corazones
y vuelva a vivir la belleza de la luz de las estrellas
antes de despertar de un sueño
bajo helechos.