¿Qué le dirías a mí
Si nos reunimos esta noche misma-
Si tu y yo de alguna manera
aprendimos el arte de viento-
y su sirrocco suavemente acariciada, luego domesticado
los flujos de mi nor'easter empapado;
o mi nor'easter trajo transpiración-
el bouquet de mar madurado
de las aguas de color Esmeralda batido,
Tesoro cargado de nutrientes de los grandes bancos-
¿a la tormenta de polvo del desierto, tuyo?
Y si envolviéramos para regalo la ternura
en en cubierta de risa, y tímidamente
dado esto el uno al otro como preadolescentes;
entonces girado una parada de resto
en la fuente de juventud -
Diaz en otra vida mostraría el camino
ya que las aguas de selva dieron vuelta al vino
y lamí una gota perfecta de la ambrosía
de cada yema del dedo
de tu mano, mis dientes
rozando tu piel, comunicando
grávidas pensamientos de un cerebro ovulando-
frescas, maduras y más tentadora
por ser una especie salvaje,
cultivada por espíritus-
¿indomable?
Y si un empuje de punta de lanza
profundamente en
la arcilla de nuestra cama de Río señaló sangre real--
y si esto fluyera libremente,
y lo bebimos de todos modos -
Y si yo te dijera, 'No, no -
esto no puede ser verdad
sólo puede ESTAR alguna vez un sueño,
y tu me asustas porque es demasiado verdadero:
los chotacabras me dijeron así,
y la luz de la luna fluyó
hacia atrás de
la superficie de aquel lago donde
nadamos durante el día en aguas calientes,
apariciones de plata que suben
¿como fuegos a Su cara celeste?'
Me dirías que yo tenía razón-
los mortales sólo pueden probar la
eternidad
en ilusión. Lo que oigo
Cuando miro en el espacio detrás de
sus ojos hermosos
es una locura autocumplida,
una caricia cuyo toque vivirán en
perfección para siempre por su nunca
haber sido dado
¿en este plano de existencia?
O tienes la fuerza
tomar mi palma sangrado en el tuyo
beber la rojez de mis deseos-
impregnar el vientre fértil de mi mente,
y proclamar
esto para siempre no hace y nunca importó -
porque PODEMOS sostener el eterno
en la envergadura del valor de una noche
de luz de la luna suave en el agua
la caricia de se elevó pétalos en la piel;
recordándote en mí, mí en ti -
cada vez el viento
¿acaricia nuestros cuerpos de nuevo?