EnvenenadosA Story by rafael mayacomo parte de las historias vivídas.
Envenenados Cerca de las cuatro de la tarde, un telefonazo llamó mi atención. Contesté y advertí de inmediato que era una emergencia. Era el hijo de Abraham, Alejandro al que reconocí. Asustado y nervioso solo dijo “Choco” se está convulsionando, voy a tu clínica. Esperé sólo unos minutos, trajeron al perro y después de unos segundos descubrí una intoxicación por fosforados orgánicos, el cual se usa para fumigar los jardines. El perro había ingerido una cantidad suficiente para tenerlo al borde de la muerte. En segundos preparé la jeringa con la dosis necesaria de sulfato de atropina, antígeno específico para esta intoxicación. Inyectando en la vena, esperé que pasaran los minutos, poco a poco el perro se tranquilizo y dejó de convulsionarse. La compañía que dio el servicio de fumigación verifico qué tipo de veneno habían utilizado y ¡qué sorpresa! , primero no sabían cuál, después dieron la referencia de un veneno llamado warfarina, potente anticoagulante y simplemente deseché la información. Más o menos pasó media hora hasta que puse una dosis menor a la anterior y despues de unos minutos. El perro ya estaba en el piso y aún desorientado pero logró caminar, aunque trastabillando. Por fin para el animal había pasado la terrible sensación de una estimulación nerviosa tan poderosa que lo podía haber matado. Se comunicaron con la compañía que utiliza los venenos y lo certificaron el veneno que con anterioridad , se sabía que lo había consumido. Alejandro llamó a su casa por Skype, para que sus hijos vieran al perro por sus teléfono celulares de última generación, y ya tranquilos, el papá les hizo ver que “Choco” estaba fuera de peligro.
Antes de que se fuera le comenté: “ Está bien usar venenos, siempre y cuando se tomen todas las precauciones”. Le advertí del riesgo que corrian los demás perros del condominio y dije: “hay que tener cuidado con los niños”. Salió contento pues el perro se había salvado. Ahora son las 8.35 de la noche y Espéro que llegen los amigos del grupo de lectura que vienen una vez al mes. Llegó, entre otros mi gran amigo Julio . De repente, sonó el telefono: la señora Rita, sobresaltada pidió hablar conmigo, y como en el telefonazo de la tarde me anunció que su perro habia ingerido el mismo veneno que “Choco”. En ese mismo momento salí a la clínica para atenderlo. Pedí a Julio que me acompañara, diez minutos después de menejar a gran velocidad, llegamos a la clínica. ¿Donde está el perro intoxicado? pregunté , la fatalidad había ya tomado la vida de este pequeño French Poodle. Los dueños del perro no habian llegado a tiempo y la dosis fué mortal. Regresamos a casa, ya había llegado todo el club de lectores. Platiqué brevemente lo ocurrido. Escribo esto como testimonio, para que se lea y estén pendiente de los venenos. Mi pregunta obligada fue: ¿por qué no fueron avisados, por la compañia fumigadora del riesgo de muerte por la ingesta accidental de los venenos? siempre se debe avisar cuál es el antídoto en caso de envenenamiento Unos días después, la señora Rita llegó a buscarme a la clínica para darme nuevamente las gracias y me regaló unos ricos chocolates. Dr.Rafael Maya Feb 2012
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Added on February 22, 2012 Last Updated on February 22, 2012 Author
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