Relato POBRE MERIA Story by Luis TamargoColección "Son Relatos", (c) Luis Tamargo. Regresaba a casa desde el norte, apurando kilómetros y horas de
carretera sin descanso, con el ánimo ansioso por abrazar a Se
acercaba a la gran cadena montañosa que sirve de frontera natural entre ambas
regiones y se había propuesto amanecer al otro lado para ganarle un día al
viaje de regreso. Al borde de los arcenes, mientras subía, ya aparecía la nieve
con su huella ancha y plana, inmaculada, cada vez más ancha. En lo alto, la
niebla obligaba a circular despacio para distinguir el carril entre la
carretera blanca. Por eso le llamó la atención el verde color del vestido que
lucía aquella autoestopista, mientras caminaba por la orilla con el brazo
extendido. Vaya lugar para quedarse parado!, pensó. Los copos de nieve caían
espaciados, pero densos y, al respirar, el aliento se transformaba en vaho.
También pensó en las palabras de El
"Pobre Meri" saludó con un resoplido de motor nuevo la entrada en la
autovía llana y recta, aunque también nevada. Liberado de la carga y del freno
que supone la lenta ascensión, se dejó rodar ahora más ligero con la intención
de repostar antes que anocheciera. Allí, aprovechó a tomar algo caliente
mientras llenaban sus depósitos de combustible. Desde el escaparate del
establecimiento pudo contemplar cómo la muchacha del vestido verde descendía de
un turismo recién llegado, semioculto de nieve. Puso
en marcha el "Pobre Meri" y, en la salida de la gasolinera, se detuvo
frente a la muchacha autoestopista que desafiaba todas las compasiones. Pudo
además comprobar que iba en manga corta y que la tela de su vestido resultaba
escasa para abrigar a cualquiera de aquel gélido clima imperante. Así,
desoyendo los ecos de los consejos de La
muchacha se sentó al lado y se quitó el gorro verde. Tenía la cara y el cabello
mojados y, también, los brazos. Sostenía entre las manos una vara con una
estrella verde en su extremo y, al verla tiritar, le ofreció su cazadora de cuero.
Agradeció el gesto con una mirada lánguida y le respondió que se dirigía al
Hospital universitario de Sonrió
nervioso, al menos …Despertó
sudoroso y, sobresaltado, se asomó a la ventana. No estaba el "Pobre
Meri", no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. Los frotó, incapaz de
creerlo: se lo habían llevado! Maldita pesadilla!… Le agarraron por detrás, se
abalanzaron sobre él, sujetando su cabeza, restregándole la barba con sus
brazos tiernos… Papá, ha vuelto, ha vuelto! Bajó al camión y abrió las puertas para inspeccionarlo, revisó cada rincón, cada detalle. En el asiento del copiloto descansaba una varita con una estrella verde… Los niños chillaban… ¡"Pobre Meri" ha vuelto! ¡Ha vuelto "Pobre Meri"! El autor:
*Es una Colección "Son Relatos”, (c) Luis Tamargo.-
© 2018 Luis Tamargo |
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Added on May 24, 2008 Last Updated on August 13, 2018 AuthorLuis TamargoSpainAboutEl autor, LUIS TAMARGO, es natural de Santander, en el norte espanol. Documentalista clínico de profesión, curso estudios de Letras y Humanidades y ha publicado "Escritos Para Vivir" .. more..Writing
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