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Aprender a Ganar

El agridulce viaje personal de un joven abogado idealista a través del ámbito de la educación con fines de lucro

 

Víctor D. López

 

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© 2021, 2023 Víctor D. López

Ninguna parte de esta novela protegida por derechos de autor puede ser reproducida, transmitida o publicada en forma alguna para ningun propósito sin el consentimiento expreso por escrito del autor.

 

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Con mucho cariño siempre para algunos de los amigos y familiares aún no reconocidos en obras anteriores que me han visto en los mejores y peores momentos en mi vida, y siempre me han dado su cariño y soporte a través de todo, estando allí cuando era necesario:

Manuel Zapata

Robert Zapata

Thomas y Maricarmen González

Louis y Valentina Gonzalez

Gabriel F. González

Elizabeth González

Maria Olga Naveira Ambrosio

(y Michelle, Frank, Melissa y Pedro)

William Raynor

 

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Con un agradecimiento especial a mi amigo, colega de insuperable confianza y coautor

de varios artículos relacionados con el derecho, Eugene T. Maccarrone,

que fue el primero en leer y comentar a sobre el primer borrador de este libro.

 

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Nota del Autor

Esta novela es una obra de ficción. Aunque nació de mi experiencia de poco más de un año como decano de una escuela de negocios propietaria con fines de lucro. Este fue mi primer puesto académico al principio de mi carrera de una manera y circunstancias muy similares a las del protagonista. No obstante, los personajes, ubicaciones y situaciones no se basan ni pretenden representar a ninguna persona o lugar real. Por desgracia, las cuestiones planteadas directa e indirectamente sobre las fallas tanto de la educación con fines de lucro como de la educación superior tradicional están lejos de ser ficticias. De hecho, la educación con fines de lucro ha crecido exponencialmente desde la década de 1980 y ya no se limita a pequeñas entidades corporativas privadas. Y algunos segmentos de la educación superior tradicional de hoy, tanto públicos como privados, han llegado a reflejar el mismo espíritu impulsado por los resultados finales del mercado propietario con fines de lucro con su énfasis principal en maximizar los ingresos de matrícula, minimizar los costos, e imponer cargas cada vez mayores a los profesores con un llamado constante a "hacer más con menos" hasta que se espere que hagan prácticamente todo con nada y se vean obligados a trabajar en un entorno donde los estándares académicos pasan a un segundo plano a la retención de estudiantes, lo cual proporciona a los estudiantes una educación de valor cuestionable en demasiados casos. Pero eso es un asunto para otra novela, una que también espero escribir eventualmente.

Debo dejar claro que toda educación propietaria con fines de lucro no es necesariamente mala. Hay y siempre ha habido institutos privados buenos y malos en este campo como en cualquier otro. El que serví en mi primer puesto no fue tan bueno como algunos, y mucho mejor que otros. Siempre estaré agradecido por las lecciones aprendidas allí, y por algunas de las personas maravillosas con las que trabajé. Fue allí, no en ningún salón de clases, donde aprendí a liderar con el ejemplo, a gestionar eficazmente a los profesionales a través de una comunicación honesta y abierta y la creación de consenso, y a utilizar el liderazgo empresarial para alcanzar con éxito los objetivos que otros decían que eran inalcanzables. Estas habilidades me sirvieron bien a lo largo de mi vida como administrador y profesor catedrático titular en los colegios y universidades públicas y privadas a las que he tenido el privilegio de servir. Todavía me sirven bien, por lo que estoy agradecido más allá de las palabras.

 

Víctor D. López, J.D., Esq.

Coram, Nueva York