3:07 AM, jazz y mi pipa.

Aparece mi musa en mi mente,

la cual no comprende

como has de seguir allí.

Apenas si te vi,

pero en el día tu belleza caía en la voz que me regalaste,

como música puesta al máximo en mi parlante.

Ahh mira lo que me hiciste,

ni un beso me diste,

pero al pensar en ti y en el no tenerte me pongo triste.

Volteó la página y sé que algo sucede aquí,

como un detective descubriendo un misterio,

o como un caballero tirado muerto en el frio suelo,

como un dragón con rugidos alados,

como una canción sobre un beso a tu lado,

como una mujer con su hijo y el padre que es infiel,

como la sensación de irme en tu interior,

como el sueño de un escritor,

como el chiste improvisado que es relatado,

como el calor que la brasa me ha brotado.

Sueño con la creación,

aunque en el sueño esta se da mejor.

Pienso en la vida y sus orígenes de antaño,

cuando ni siquiera existía el concepto de año,

cuando la vida se remitía a amebas dividiéndose,

y hoy en día tenemos hasta perros divirtiéndose.

Criaturas las hay en todas las formas,

a nuestro alrededor vemos una tras otra escultura,

talladas por la madre naturaleza en lo que se es belleza pura.

Criaturas con un diseño ejemplar,

hecho para así perdurar,

ya que al fin y al cabo esa es la finalidad,

la ley que rige toda esta realidad,

         ¡QUIERO VIVIR!

Y como olvidar al grandioso

         ¡NO QUIERO MORIR!

Lo que guía todo el comportamiento de los seres,

simplemente sobrevivir y evitar morir,

la ley fundamental que nunca se olvida.

La Gacela que lucha por su vida,

hasta incluso cuando los Buitres ya la ven como carne podrida,

rodeada de Hienas cuyas risas en el aire son sostenidas,

mientras sus entrañas se hayan salidas,

pero se niega a morir,

de vez en cuando hay algo que la impulsa a salir,

o intentarlo por lo menos,

a pesar de que los fallos son certeros.

Pero conforme la sangre se escurre,

es como si de repente la voz ya no ocurre,

y se va

         y se va

                   y se va

                            y se va

                                      y se va…

y de la nada solo un cadáver ha de quedar.

La naturaleza es una hermosa amante,

que te puede quemar solo por amarle.

Y lo más hermoso púes,

es que ese fuego VA a arder,

con completa seguridad,

y sabes que nadie jamás te hablo con tanta honestidad.

La gran amante,

la enorme madre,

la asesina capaz de matarte.

El ave que puede volar,

o el cielo que te planea enamorar.

La luna brillante que te ha de hipnotizar,

o incluso la hormiga que acabas de pisar.

Es el color en tu labio inferior,

o el brillo en tus ojos que me hace sentir un perdedor.

O esa sonrisa que me logro cautivar,

y de la nada eres o único en lo que puedo pensar.

El brillo en el mar,

me hace pensar en un mundo más allá,

y luego me llama,

me dice misterios sin respuesta,

y otras veces me da la pregunta que faltaba en un océano de respuestas vagas pero claras,

frente a mí allí para que las viera Luis,

o el que sea,

lo importante al final era que la viera.

Pero el problema es que ahora me veo a mí,

y puede que la respuesta este aquí.

El otro día cante frente a un público imaginario,

y me avergoncé de avergonzarme por mi falta de vocabulario.

Caras de decepción,

o incluso un reproche con el ojo,

entre esas dos yo no escojo.

Yo las veía y sentía que creían

que no valgo nada,

y casi me lo creí,

cuando caí en la cuenta de que era una voz que reside dentro de mí.

Con gigantes e inaudibles gritos mueve mis pensamientos,

y a veces siento arrepentimientos.

Pero ¿Sabes qué?

A la mierda.

Sí

A la mierda

         A la mierda

                   A la mierda.

Una vela más grande que la otra la eclipsó,

y no me sorprendí

de que la vela que mencione aquí

fuera lo más hermoso que alguna vez vi.

Como un farol de pura alegría,

producto solo de una cosa mía,

y eso era qué,

en el fondo de mi corazón fue a mí mismo a quien encontré.