Adios Chester.A Story by Vicente SantanderAdiós genio. Te extrañaremos. Bueno
hoy me encontré con una noticia sumamente triste para mí a un nivel personal.
Realmente me golpeo desprevenido. Usualmente no reacciono de tal forma frente a
la muerte de los artistas, en casi todas esas ocasiones siento un malestar
leve, cierto descontento, pero no tiene mayor efecto en mí y después de unos
cortos momentos esta sensación desaparece. Pero hoy fue diferente. ¿Y como no
habría de serlo? En especial siendo tu Chester, quien me acompaño durante toda
mi juventud, la persona que se fue. Fue duro enterarme de que estabas
muerto. En un inicio pensé que mi hermano al contarme aquel suceso me estaba
jugando una broma pesada como de costumbre, pero después cuando de diversas
fuentes me llegaba la misma noticia comencé a sentir esta genuina tristeza.
Chester Bennington estaba muerto. El mundo había perdido un poquito de luz de
la nada. Y dolió. Porque la verdad es que se fue una pequeña parte de mi con
aquella fatídica noticia. Aquel niño asustado y confundido al cual tus
canciones lograban reconfortar salió a la luz y sabía que tú ya no estabas en
este mundo junto a él. Durante todo el día he pensado en toda
la influencia que tuviste en mí. No es por desacreditar a la banda completa,
amo a Linkin Park con todo mi corazón, pero el tema es que era tu voz la que escuchaba sin cesar, eras tu quien recitaba las letras las cuales,
una vez pude comprender el inglés, realmente me tocaban y tenían un poderoso
efecto en mí. Eras tu a quien veía
con fascinación en los vídeos de YouTube y me asombraba al ver esos gritos que jamás
fallaban en ponerme la piel de gallina. Supongo que al pensar en ti es
inevitable sentir esta enorme sensación de nostalgia. Me es difícil, sino
imposible, ubicar algún momento en mi infancia, pre adolescencia y adolescencia
donde no escuchara tu voz en las canciones una y otra y otra vez. Si no mal
recuerdo todo comenzó de la manera mas modesta e inocente posible. Yo era un
niño pequeño, debo de haber tenido ocho años, e incluso me atrevo a decir
menos, viendo vídeos en el computador de Dragon Ball Z, los famosos AMV
(animated music video). Estos vídeos de batallas entre Goku contra Vegeta, o
Gohan contra Cell, o (mi favorito personal) Goku contra Majin Bu pequeño,
siempre iban acompañados de una música espectacular de fondo. Yo al no ser el
niño más avispado pensaba que esta música venía con aquel vídeo “porque si”,
pero a medida que iba creciendo me di cuenta que las canciones provenían de una
banda en particular, los reyes de los AMV en mi opinión. Y fue así como
descubrí a Linkin Park, y puedo decir con total y completa seguridad que ese
momento definió todo lo que serían los gustos musicales y muchos aspectos
personales míos a futuro, pero no nos adelantemos. En gran medida puedo afirmar que fue
gracias a Linkin Park lo que realmente avivo una gran pasión personal mía. Los
animes. Desde pequeño como ya mencioné fue Dragon Ball Z donde se centraba toda
mi atención, pero después de haber descubierto a esta maravillosa banda, y
después de haber visto un sinfín de AMVs con Chester cantando de fondo a la par
con una Genkidama, mi apetito solo crecía y crecía. Necesitaba más. Por lo que
recuerdo que llego un punto en el que simplemente escribía el título de alguna
canción de Linkin Park en el buscador de YouTube y al lado de esta canción
escribía simplemente “AMV”, sin centrarme en sí debería de ser de Dragon Ball z
o incluso Inuyasha, no importaba lo que saliera, yo sabía que sería genial ya
que tendría a Linkin Park. Y siempre lo eran. Fue gracias a este método que
lentamente fui descubriendo nuevos animes los cuales luego me cautivaron por
completo, un ejemplo representativo de este podría quizás ser Naruto. Pero no
nos alejemos del tema. A lo que voy es que la música que podías otorgarme era
tan pero tan buena que me fue ayudando a descubrir nuevas cosas en este mundo
que me otorgaban felicidad. Me otorgaban genuina alegría. Aunque la cosa no se detuvo allí, oh
no, eso solo fue el inicio. Al pasar el tiempo tan solo me bastaba con la
simple música de Linkin park para poder pasar el rato y disfrutar, por lo que
mi curiosidad por la banda en si creció exponencialmente. Comencé a ver sus
vídeos en YouTube de las canciones que más me gustaban y de aquellas que eran
desconocidas para mí. Mi asombro y fascinación jamás paraba. Al verte a ti
Chester en el vídeo de “In the end” siempre me producía una sonrisa, o al verte
cantando “Numb” era como ver una película para mí, aunque aún no comprendía
porque muchas veces que cantabas te veías triste, y en parte creo que eso se debía
a que yo no podía entender lo que tu cantabas, o mejor dio no podía comprender
el idioma por completo. Por lo que intenté esmerarme en poder entender que era
lo que tu decías en estos vídeos, por lo que buscaba los lyrics a sus canciones
y lentamente fui comprendiendo de donde provenía ese dolor, pasión, tristeza e
ira que se reflejaba en tu voz. Empecé a entender que tus canciones ya no eran
simplemente un acompañamiento para Dragon Ball Z u otro anime, sino que transmitían
mucho más. Obviamente compre la mayoría de tus
discos. Los escuchaba sin cesar en el auto de mi mama camino al colegio, donde
mi abuela, a comer, a comprar ropa, camino hacia el doctor o el dentista, ya
fuera que íbamos apurados en la mañana o con tranquilidad en la tarde siempre
se escuchaban sus canciones una y otra y otra vez. Debo de haber escuchado "Meteora”
y “Hybrid Theory” un sinfín de veces. Solía terminar por completo el disco
solamente para volver a ponerlo. Los temas simplemente me fascinaban y cautivaban.
Debo de admitir que cuando Mike Shinoda cantaba me agradaba bastante, pero en términos
vocales era tu voz la que volvía a todo el conjunto simplemente épico y
memorable. Esa voz me acompaño durante toda mi infancia. Pero como mencione antes, eso no se
detuvo allí. Claramente paso el tiempo y llegue a la tan amada y odiada adolescencia.
Esa época tan pero tan confusa en la vida. Donde uno busca definir quién es
realmente, donde buscamos una identidad y usualmente fallamos abrupta mente en
el proceso. Una edad llena de risas, de confusión, de odio, enojo, pena, alegría,
y emoción entre otras cosas. Yo no era una excepción en cuanto a lo anterior.
Yo era un joven sumamente confundido e inseguro. Pero encontraba cierto confort
en algunas cosas que me hacían feliz y lograban tolerar un poco todo este
brusco cambio en la vida. Y ahí es donde entraban ustedes. Mi fiel y amado
Linkin Park jamás se apartaba de mi lado, y siempre que necesitaba despejarme,
enojarme, gritar o incluso llorar eran ustedes los que me ayudaban. Pero era
diferente a como era antes. Ahora no tan solo los escuchaba por el placer de la
buena música, sino que en sus melodías me sentía acogido. Pero lo que realmente
para mí era un factor relevante era que con sus letras sentía que…alguien me entendía.
Cuantas veces debo de haber escuchado “Numb” o “Crawling” en esa etapa de mi
vida y realmente sentía que alguien me comprendía, aunque fuera levemente. Me
reconfortaba con sus letras las cuales nunca fallaban en ponerme la piel de
gallina y ayudaban a desahogarme. Debo de admitir que a la par con ustedes había
otra banda que también jugaba un rol parecido al que ustedes hacían, esta era “Three
Days Grace”, el cual disputaba por el podio de mis bandas, pero de ese a
ustedes jamás los pudieron sacar. Recuerdo que, cuando era muy joven,
debo de haber tenido catorce años si no me equivoco, sufrí por amor por primera
vez. Claramente que no era amor de verdad y no me rompieron el corazón, pero
para un joven de catorce años realmente se me había roto el corazón, realmente
todo estaba mal y nada podía hacer que estuviera bien. Claramente esos
sufrimientos propios de aquella etapa de la vida. Puedo recordar claramente que
siempre que en aquellos días me sentía triste lo único que tenía que hacer era
conectar a mi reproductor MP3 los audífonos y comenzar a escucharte cantar a ti
Chester, y fue probablemente en este momento donde más les prestaba atención a
tus letras. En esos días recuerdo que las canciones más escuchadas solían ser “Leave
Out All The Rest”, “Shadow Of The Day” y “Somewhere I Belong”. Esta última
siempre tenía un efecto sumamente fuerte en mí, especialmente por la letra la
cual yo la encontraba simplemente espectacular. Hasta el día de hoy me
estremece escuchar aquella canción, y supongo que ahora aún más sabiendo que tú
ya no estas Chester. Hoy en día me considero a mí mismo un escritor.
Siempre me encuentro imaginando historias fantásticas y divago mentalmente, y
en parte creo que eso se debe a ustedes. Desde pequeño me encantaba imaginar
historias geniales, casi como mis propios AMV ya que cada vez que los imaginaba
iban acompañados de su música de fondo contigo Chester cantando de fondo.
Recuerdo que cuando iba en el auto en la carretera solía mirar por la ventana
hacia afuera y mientras escuchaba sus canciones mi mente comenzaba a inventar y
crear personajes, historias las cuales podrían acompañar a sus canciones. Recuerdo
que cuando nos íbamos de vacaciones en familia hacia el sur los viajes eran
largos, podían llegar a durar diez horas e incluso hasta once. Y durante todos
esos trayectos era Linkin Park lo que sonaba de fondo mientras yo miraba hacia
el exterior y comenzaba a imaginar. Este es un habito que hasta el día de hoy
poseo, y no planeo alejarme de él. Creo que en gran medida muchas de mis
historias nacieron gracias a esa combinación exitosa. Un viaje largo, una mente
creativa y a ustedes y su música. Y bueno mientras escribo todo esto me
acabo de dar cuenta de algo sumamente triste y lamentable. Yo nunca en mi vida
los vi a ustedes en vivo, pero este era un sueño para mí, un objetivo que algún
día debía de lograr. Siempre veía conciertos de ustedes en vivo gracias a
YouTube, y siempre me fascinaban, eran simplemente increíbles, y tu Chester de
vez en cuando asombrabas con algo poco convencional como esa vez que hiciste un
cover en vivo de la canción “Rollin In The Deep” de Adele en el festival iTunes
del 2011. Por lo que algún día necesitaba verlos en vivo. Pero como ya planteé
anteriormente yo no soy la persona más vivita que hay, por lo que cada vez que
me enteraba que venían a Chile o ya se habían vendido todas las entradas o ya había
pasado el concierto. Y esto siempre fue así por lo que simplemente me
contentaba con escuchar sus canciones desde mi celular o ver en mi computador
sus conciertos en vivo. Aun así siempre estuvo este deseo de verlos. Hace poco recuerdo que vi un afiche que
este año se presentarían acá en Santiago e inmediatamente notifiqué a mis
amigos para que fuéramos, pero de nuevo apareció mi maldición. De partida no tenía
dinero, ninguno de mis amigos podía ir (ya fuera porque tampoco tenían capital
o sus horarios no les permitía) y además para el momento que me entere de que venían
ya faltaba tan solo una semana o un poco más. Nuevamente me perdería el placer
de verlos en vivo. Suspiré y pensé Bueno
para la próxima vez, y ahora acabo de caer en la cuenta. No va a haber una próxima vez. Puede que
la banda no se disuelva, pero nunca serán lo mismo, ya no será ese Linkin Park
que me acompaño desde mi infancia. Le faltaría a alguien. Faltarías tu Chester.
Me perdí de la última oportunidad que tuve de verlos, y ya no va a Heber otra. Eso será algo de lo que me arrepentiré por
el resto de mi vida. Bueno, después de leer la noticia, y
antes de comenzar a escribir esto quise verte un momento, aunque solo fuera en
videos. Así que puse en YouTube en mi computador “Pushing Me Away live, road to
revolution 2008”. Ese en mi opinión es una de las mejores interpretaciones que
han hecho. Solo tu voz y Mike acompañándote en el teclado. Y entre lo bello de
la melodía, la nostalgia, la letra, tu voz y tus expresiones mientras cantabas,
me puse muy triste. Para el momento en que la canción había terminado habías
logrado robarme una lagrima silenciosa Chester, aquellas que duelen más. Me pone triste saber que ya no estas
Chester. No se cuales habrán sido tus circunstancias en el momento que te
quitaste la vida. Escuche que sufrías de una fuerte depresión desde la muerte
de Chris Cornell y al parecer esta te venció. Espero que ahora, estés donde estés,
hayas encontrado paz. Te la mereces, a mí y a muchos más se la diste con tus
hermosas canciones cuando la necesitábamos. Supongo que escribí esto para
agradecerte por haberme acompañado durante tantos años de mi vida, desde los
momentos más inocentes hasta aquellos caóticos y confusos eventos en mi
adolescencia, e incluso hasta el día de hoy. Hiciste de mi juventud una gran
experiencia, y jamás te olvidare. Sé que no soy el único que comparte este
sentimiento, por lo que desde el fondo de mi corazón te digo gracias Chester.
Gracias por siempre haber estado allí. Ahora nos toca decir adiós, y te deseo
lo mejor. © 2017 Vicente Santander |
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Added on July 21, 2017 Last Updated on July 21, 2017 AuthorVicente SantanderSantiago, Metropolitana, ChileAboutAmateur Chilean writer. Hoping to upgrade my writing thanks to this plataform. I am currently writing a three books saga while at the same time I write short stories. more..Writing
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